Ayer teníamos una cena para celebrar que me voy. Que me voy yo, y que se va Juanjo, aunque él se queda más cerquita, en Barcelona. Da gusto que tantas personas se junten para despedirte, sobretodo sabiendo que sólo voy a estar fuera 3 meses. Da tanto gusto que se les perdona que te hagan pasar un mal (sólo un poco) rato, jugando al Pasa Palabra delante de todo el restaurante. Nos colocaron un rosco a cada uno de los protagonistas y nos lanzaron las definiciones más ingeniosas posibles para palabras que sólo nosotros podíamos conocer. Al final empatamos a 14 aciertos. El rosco de cartón me lo guardo de recuerdo, lo llevaré también a Las Cruces para seguir decorando mi rinconcito. Después salimos de fiesta y salvo un par de nenazas que se marcharon a casa por no sé qué de una presentación muy importante, todos aguantamos bastante rato por ahí y lo pasamos bien. Lástima que me apareciera un dolor de cabeza que me dejó un poco tocado a mitad de noche y que no pudiera seguir el ritmo a Juanjo, que lo dio todo con los compases de Michael Jackson y su Thriller [Anotación musical: Thriller de Michael Jackson es uno de los discos que sin ser de mis favoritos más adoro]. Tras unas risas en la puerta del último bar y una agradable conversación camino de casa, mi cama me recibió con las sábanas abiertas.
Por cierto, el juego del Pasa Palabra también sirvió para enterarme de que he sido objeto de la mayor broma, mejor dicho, conspiración jamás pensada.
PD: las anotaciones musicales y cinéfilas creo que serán una constante en este blog.