#007 En ruta, primera parte

[Lugar: Philadelphia]

Aprovecho una parada a mitad de camino, en la ciudad del queso, o como nos la han presentado al aterrizar en su aeropuerto, la ciudad del amor fraternal (Ooooooooh, ¡qué bonitooooo!), para empezar a contar cosas del viaje. Creo que el nombre que dan a Phila debe ser una broma que se traen el resto de los americanos para con los habitantes de Philadelphia, porque no veas qué gritos daban unas señoras bajitas y regordetas que se parecían a la mujer de Carl (el de Cosas de Casa) y que se han divertido asustando a una pobre familia Asturiana que andaba un poco perdida. El colmo ha sido cuando los pobres se iban por la puerta de fin de trayecto Philadelphia en lugar de la destinada a las  conexiones. De pronto un tremebundo grito de Stop salió de las poderosas cuerdas vocales dotadas para el gospel de una de las empleadas del aeropuerto. En la vida habrán saltado tan alto los abuelillos asturianos.

Curiosidades aparte, ya deben ir del orden de 17 horas desde que me metí en el tren hacia Madrid esta mañana, y si la UPNA estuviera aquí pronto tendríamos que ir al descanso de la tarde. Digo esto porque cuando llegue esta “noche” a El Paso en Pamplona serán las 6 de la mañana pasadas.

El vuelo de 8 horas y media que me recogía en Madrid ha sido bastante llevadero para lo que me esperaba. Y eso que nos han puesto unas películas que vaya tela. ¿Hancock? ¿WTF? Qué cosa más mala por Dios, y eso que sólo la he escuchado cada cierto tiempo. Y después han puesto Cinderella Man, que me ha parecido insoportable. Todo el rato el el Rusell Crowe dando mamporros y el Ron Howard cagándola tras las cámaras. Son los combates de boxeos peor rodados que he visto, no he podido añorar las impresionantes escenas de Toro Salvaje que nos dejó para el recuerdo el bueno de Martin Scorsese. Lo que me recuerda que ví un capítulo de Padre Made in USA el otro día en el que le daban un buen repaso a sus excesos de juventud. Al final lo mejor de lo que nos han puesto en el vuelo ha sido un capítulo de Friends, el de la fiesta de disfraces en la que Ross aparece disfrazado de Spotnik y Chandler de conejito rosa, y un programa de un reality americano que trata de formar diseñadores de ropa, este ha sido divertido porque menudos modelitos que han preparado los pipiolos para un cocktail. ¡OMG!

 

En el avión me ha tocado ir sentado con unas Alicantinas que se iban a recorrer California en coche durante dos semanas y que viendo que no iban a poder beber mucho por lo de conducir, han decidido pimplarse el minibar del avión. Lo mejor de todo ha sido que se han camelado a un azafato que era Cubano y no han pagado ni una sola de las copas. Se han bebido varios “copazos” de Jack Daniels, un poco de Baylies, unos vinos con la comida,… en fin… Al menos hemos conseguido tener trato preferente con el azafato que nos ha dado unas galletitas saladas al vernos algo famélicos cuando íbamos a aterrizar. Teníais que haber visto el bocadillo de jamón que nos han dado en el avión. Era de risa, lo acababan de sacar del congelador, y tenía una generosa capa de mantequilla bien repartida por el interior que lo hacía la mar de apetitoso. Un primor. La comida tampoco ha sido gran cosa, un poco de pollo. Así que en este rato en Philadelphia me he sentado en una pizzeria del aeropuerto y he empezado a saborear los grandes logros de la gastronomía asimilada norteamericana. Por 12 sucios dólares, me he agenciado tres slices de pizza lo que traducido al castellano es tres cuartas partes de una pizza mediana del telepizza, y un refresco de cola aromatizado a la cereza… aunque a mi me sabe a chupachus de esos con chicle dentro. Las pizzas estaban buenísimas, aunque en una me han colado algo picante que me ha dejado un poco acalorado durante unos segundos. Espero que el festín me dure hasta el final del trayecto.

¡Anda! Acabo de darme cuenta de que los empleados de American Airlines que se encuentran justo debajo de una enorme bandera con estrellitas podrían pasar perfectamente por la familia Jackson al completo. Pero con el aspecto de los 60-70 claro. Porque no hay ninguno blanco con la nariz rara. Qué cosas tiene Phila.

Y para acabar comentaré los entresijos del control de inmigración al que te someten nada más aterrizar en cualquier aeropuerto norteamericano. Preguntas del tipo… Tu primera vez en USA…¿Nuevo Mejico? Ya veo… ¿Y a qué vas a Nuevo Méjico? ¡Ah! ¡De vacaciones! ¡Para tres meses! ¿Estudias o trabajas? (aquí te planteas que el señor Custo puede estar intentando algo que no es meterte en la cárcel) Y… ¿qué te planteas hacer en el futuro? (jajajajajaja) ¿Cuánto dinero llevas encima? (me querrá robar) ¿Y cuántos euros? (ay cabroncete, tu lo que quieres es dinero del bueno) Ponga el índice izquierdo ahí y sonría para la foto. Enhorabuena, acaba de ser fichado por el FBI. Puede seguir su camino.

Bueno, el embarque para Dallas está a puntito de abrirse, son 3 horas y media largas de vuelo, una paradita de 50 minutos y 90 minutitos más hasta El Paso, TX.