#033 Very Large Array y Bosque del Apache

Ayer nos fuimos de excursión Lucía, Javier (que es quien me va a llevar a Juarez a coger el avión el próximo Jueves), el profe Jaime y yo. Fuimos a la zona de Socorro, un pueblo de mala muerte donde el McDonalds ofrece una, por extraño que parezca, hamburguesa que está buena, porque la carne es real meat y no un sucedáneo. La llaman Angus.

Bueno, en realidad Socorro no lo queríamos visitar, lo que queríamos visitar era el Very Large Array que está en Magdalena, un pueblecito cercano a Socorro, y de regreso y al atardecer el refugio de aves del Bosque del Apache.

El Very Large Array es la típica visita que todo teleco debería hacer a lo largo de su vida, sobretodo cierta clase de telecos como el innombrable, aquel que canta en el orfeón de nuestra ciudad. Si os digo que en el Visitor Center entre otras cosas tienen un diagrama de bloques enorme que explica el funcionamiento de las antenas con todo lujos de detalles,moduladores y  filtros FIR incluidos, entenderéis porque digo lo del innombrable. Sin embargo por muy teleco que seas lo que hace falta también es tener suerte, porque el array tiene varias configuraciones dependiendo de la resolución que quieran obtener con el conjunto y la que nos tocó a nosotros era la peor para visitar el VLA. Las 27 antenas se dividen en tres brazos de 9 antenas. Cada uno de los brazos tiene unos railes por los que pueden mover las antenas (que miden 30 metros de altura y tienen 25 metros de diámetro), para alejarlas o acercarlas. Pueden llegar a ocupar 21 km de distancia en cada brazo, y esta es la posición que nos tocó a nosotros. Así que como veréis en las fotos sólo teníamos cerca una antena. Pero bueno, qué se le va a hacer. Las fotitos.

Bajo estas antenacas, Jodie Foster escuchaba con unos cascos los ruidos del universo en la película Contact. También Bon Jovi se gastó un pastizal grabando uno de sus videoclips, todo porque quería que las antenas se movieran a su antojo, por lo que tuvieron que detener las investigaciones en curso previo pago de una interesante cuantía. 

Después de dejar atrás esta fastuosa obra d eingeniería, nos encaminamos a ver el atardecer en el Bosque del Apache, un lugar situado en San Antonio (no confundir con la metrópolis Tejana) que en realidad no es un bosque. Son un conjunto de pequeños lagos que por obra y gracia de la naturaleza son elegidos por miles de aves migratorias cada tarde para pasar la noche antes de seguir con su rumbo hacia las tierras más cálidas de centroamérica. La verdad es que es un espectáculo ver como bandadas enormes de pájaros llegan y aterrizan en las aguas totalmente quietas. Según Jaime, no tuvimos suerte del todo porque él había visto el lago otra vez completamente lleno de pájaros y esta vez quedo lleno a la mitad, pero para los neófitos como yo aquello sólo se podía definir como: 'pájaros a cascoporro'. Lo malo es que como era el atardecer no pude hacer muchas fotos, pero algunas han quedado bonitas. Ahí van.

Como veis, la gente va preparada con unos teleobjetivos de flipar. Yo con mi 18-55 no podía captar primeros planos de las cigüeñas, los gansos o las águilas calvas, pero bueno, al menos el atardecer ha salido bien, ¿no?