#034 I'm going to Monterrey!

Gee Whiz! Por fin sé cómo se escribe esta expresión tan yankee que significa fantabuloso. Lo he aprendido hoy en la hora de conversación que mantengo con una adorable abuelita que es voluntaria en el centro de idiomas de la Universidad. Las conversaciones con ella acaban girando siempre hacia el tema político y es que ahí donde la veis (si os la imagináis), esta mujer ha estado en prisión en varias ocasiones por actos de desobediencia civil y ese tipo de cosas. Es una pacifista de pro. Tiene un hijo que hace labores de cooperación para el desarrollo en Pakistan y está hasta las narices de la compañía telefónica porque no le ponen internet en casa. 

Mañana voy a Mexico. Mi avión sale de Juarez a las 4 de la tarde, así que no me toca madrugar. Llego a Monterrey a las 7 de la tarde más o menos, por el cambio de hora, y desde el aeropuerto agarraré (voy poniendo en práctica eso de evitar usar el verbo coger) un taxi hasta casa de Leire y Mikel, si definitivamente no consiguen que nadie les lleve en coche para recogerme. En cualquier caso, lo del taxi me lo han explicado bien y lo tienen muy bien organizado en ese aeropuerto. Y una vez instalado... ¡a disfrutar! A pasármelo bien y a ver todo lo que nos de tiempo. Leire tiene la idea de ir el fin de semana a Real de Catorce, un pueblecito muy antiguo que se fundó en torno a unas minas de plata y que parece muy interesante por lo que he visto en internet. Allí es donde se produce el peyote y todo eso. Me apetece hacer la exursión, pero no me importa seguir otro plan más de ciudad, echo de menos el callejear. Tengo un montonazo de ganas de ir estar ya por allí. 

Estaré de vuelta el Lunes (para vosotros el Martes porque llego a la noche) para afrontar el sprint final de mi estancia. Tendré que ir terminando el trabajo en la Universidad y preparando la vuelta.

Aprovecho para contaros alguna cosilla más. El Sábado tuvimos fiesta de cumpleaños de Ernesto, un tipo al que su primera mujer abandonó, dejándole solo con dos hijos de 1 y 2 años (años más tarde a esta señora le tocaron 14 millones de dólares en la lotería), también es un tipo al que su tercera esposa le abandonó para salir del armario. Y con todo esto, lo ves y no te queda otra que envidiarle porque afronta la vida con mucha alegría. Nos lo pasamos genial en su fiesta, hubo mucha comida, muchos postres, mucha cerveza, canciones, y un poco de hacer el payaso. Por cierto, Ernesto adora a los Beatles (sus tres coches tienen por matrículas IMAGINE, LETITBE y SGTPPRS) y como canción de cumpleaños puso Birthday del White Album, mi favorito.

Y ayer fuimos a cenar a un Steak House como despedida de Lucía que se marcha este Domingo a España. Me comí un filetaco de 12 onzas. Estaba bien rico, los americanos si que saben como hacer la carnaza. La camarera acabó de nosotros un poco harta, a pesar de mantener siempre la sonrisa pues se jugaba las tips, porque Marcos y ricardo estuvieron dándole la lata todo el rato. Además Marcos se cargó parte del decorado del oeste que tenía el restaurante nada más llegar. Se nota que somos españoles.

Eso es todo.