viernes, 7 de noviembre de 2008

#025 San Francisco: El último recorrido

San Francisco es una ciudad muy grande repleta de cosas que ver, así que para nuestro último día teníamos muchas cosas pendientes y desde el principio sabíamos que no íbamos a poder visitar todas. Por ello se descartó desde el principio las visitas a dos barrios (la zona gay de Castro y la zona hippy de Haights) que aunque interesantes no podían ocupar el lugar de Alamo Square o el Golden Gate Park. Dichos barrios quedarán para una posterior visita.

Así pues, el último día en San Francisco comenzó tomando un bus hacia Alamo Square, pero con paradas a mitad de cámino en la zona de Japantown. En realidad Japantown no es nada del otro mundo, lo más interesante es un centro comercial en el que todos los establecimientos son japoneses, así que puedes encontrar productos originarios de Japón y restaurantes auténticamente japoneses. Con una vueltita por el centro comercial basta. En los alrededores sin embargo hay un par de cosas curiosas. La primera una iglesia en la que a todas luces se realizan matrimonios homosexuales, no había más que ver a los encargados de la iglesia. Por lo visto, los Domingos además hacen conciertos de gospel, pero nosotros tuvimos mala suerte y la visitamos en Sábado. En cualquier caso es una iglesia muy bonita.

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Muy cerca se encuentra la Sacred Heart Cathedral, una catedral moderna con una cúpula muy espectacular. No pudimos entrar porque había misa en ese momento y no se podía molestar.

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También cerca de Japantown se encuentra el mítico Filmore West, la sala de conciertos estrella en los 60. Allí han tocado Jimi Hendrix, Bob Dylan o Jefferson Airplane, por citar a algunos de los nombres más míticos. Fue el lugar donde se engendro la psicodelia de San Francisco. Mi ilusión hubiera sido ver un concierto allí pero no pudo ser.

Seguimos para adelante y llegamos a Alamo Square, el paraíso donde me gustaría vivir. Alamo Square es un parque rodeado de hermosas casas de arquitectura Victoriana. Se encuentra en lo alto de una colina lo cual permite tener unas buenas vistas de la ciudad. En el parque hay pistas de tenis, que no sé si serán de uso exclusivo para los residentes o serán completamente públicas. Es una plaza muy tranquila. Ni me imagino lo que debe costar una casa allí.

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En una de las zonas del parque hay un jardín de zapatos, jajajaja. Básicamente es una zona en la que la gente ha dejado zapatos que se utilizan como maceta. Un ejemplo.

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Siguiendo el recorrido hacia adelante llegamos al Golden Gate Park, que en realidad no es que esté cerca del Golden Gate, pero se llama así. Es un parque gigantesco al estilo de Central Park. Creo que tiene 4 km2 de extensión, cerca de uno más que el Central Park. El parque es inmenso y según comentaba Miguel tiene un aspecto mucho más natural que Central Park, donde todo parece más artificial. Quiero decir que es más salvaje. En su interior hay diferentes zonas de interés. La primera de ellas es el Conservatorio de Flores. Un pequeño jardín botánico con especies muy bonitas. Os pongo unas pocas fotos.

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Tengo más fotos de flores preciosas, pero no os quiero aburrir. Había una sala con mariposas, pero era muy difícil hacerles fotos a las diablas. No se paraban quietas, parecía que estaban enseñadas. A la entrada tenían una pizarra donde la gente había escrito cómo se decía mariposa en muchos idiomas. Estaba el castellano, por supuesto, y el catalán (dos veces), pero no estaba el euskera y cuando me encaminé a escribirlo me di cuenta de que no me acordaba que mariposa en euskera se dice pimpilipausa. Maldición. 

Otra zona muy interesante del parque es  la parte central. En ella está el museo de ciencia que es enorme y que tenía una cola de espera proporcional a su tamaño a la entrada, no lo vimos. En frente está el museo de arte Young, al que tampoco entramos. Y justo a su lado el Japanese Tea Garden, a este si que entramos, y mereció la pena. Es un pequeño jardín japonés con un bar en el que sólo se sirve te en el centro. La decoración está muy cuidada y tiene rincones preciosos. 

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Merece mucho la pena pasar un rato en este jardín. Adentrándose un poco más en el parque (es enorme y no nos dio tiempo a verlo entero) te encuentras con una zona con un pequeño lago lleno de patos y en la que hay un árbol precioso.

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Allí nos encontramos con una ardilla a la que no le importaba acercarse a las personas. 

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Como se hacía tarde, dejamos el resto del parque sin visitar habiendo llegado únicamente al centro. Como os digo es enorme y dejamos sin visitar la zona pegada a Ocean Beach en la que se encuentran los molinos holandeses. Pero bueno, para molinos holandeses mejor ir a Holanda y yo ya he estado allí. 

Así que nos dirigimos al último punto que teníamos marcao en el mapa para ver antes de irnos: el Land's End. Land's End es una zona de acantilados con recorridos para hacer a pie y vistas preciosas del océano pacífico y del Golden Gate. Es espectacular. Además no está masificado, poca gente va a visitarlo. Llegar a la zona más interesante requiere de un poco de cuidado porque el camino es un poco peligroso pero mirando bien no hay problema. Si se tiene suerte, el oceáno estará picado y golpeará con fuerza las rocas. Nosotros tuvimos suerte, aunque lo ideal hubiera sido llegar una hora más tarde para poder ver el atardecer. Las fotos que hice no llegan a captar bien la belleza del lugar. A mí es lo que más me gusto de San Francisco y lo dejamos justo para el final, para mantener un mejor recuerdo. 

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Justo en esa zona está el Lincoln Park Golf Course, que a todas luces me pareció un campo de golf público porque nos paseamos por el campo sin tener que cruzar ninguna vaya ni nada, de hecho si quieres llegar a Land's End tienes que cruzarlo sí o sí. El campo es muy bonito y desde algunos greenes se ve el Golden Gate. No es el caso del de la foto.

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Con esto llego al final de las fotos que tengo de San Francisco. El resto del día, tras anochecer nos dedicamos a visitar los centros comerciales del downtown. Yo me compré unas zapatillas puma que seguro van a causar sensación. Y la anecdota del día llegó cuando al pasear por una amplia acera nos cruzamos con un señora que iba acompañada de sus hijos. Uno de ellos, vestía de una forma muy moderna, sería un chaval de unos 12 años. Y de pronto me para, se queda mirando a la camiseta de threadless que llevaba, y me grita: 'Hey guy, where do you get this t-shirt? Where do you get it?' Resulta que la camiseta le encantó, jajajaja. Y me preguntó donde la podía comprar. Yo se lo dije amablemente. Muy majete el chaval.

Ya estoy acabando la narración del viaje, la próxima entrada será la última y reunirá las fotos de Monterey y Carmel y el parque de Yosemite.

Por cierto, mañana voy a White Sands, donde haremos una BBQ y tendré la ocasión de hacer más fotos chachis.

2 comentarios:

mikelju dijo...

Joder con el japo-jardín, que preciosidad!! y lo del final del mundo tb mu bonito. no hay mas que ver al chinorris de la foto, cómo ha encandilado a la cordera llevándola a la playica. si es que, por algo son mas de 1300 millones....

y por cierto, que la casa de Cosas de Casa seguro que esta vez si que era una de las que sacaste la foto, no me cabe duda, gg.

Jota Joel dijo...

Ahora si que me has pisado el comentario, lo único que no es cosas de casa (que los winslow vivían en Chicago), sino Padres Forzosos. Por cierto que no sabía que en San Francisco se llevaban los compact cars tanto (vean el blanco de la primera foto). Maldito autostich.

Y vaya zapatillacas: desde luego, Kareem Abdul-Jabar meets Star Trek. Te tienes que hacer unos moonwalks con eso que no veas.